Os cuento mi visita a la ciudad de Vigan, una cuidad antigua y un lugar donde tiene los paisajes hermosos para explorar. Así, si vosotros sois amantes de la naturaleza o las playas y los museos o las antiguas Iglesias, pues, os aconsejo que viajéis a esa cuidad antigua.
¡Umaykayun tuy Vigan! o digo en español "¡Bienvenido!"
Creo que la cuidad
de Vigan tiene muchas aventuras que ofrecer porque tiene
distinta cultura, tiene las danzas nativas que representan las costumbres, creencias y prácticas de
un ilocano. Sus canciones son expresiones
nativas de las características, las aspiraciones y las ocupaciones de sus
gentes amantes de la música y trabajadora. Podemos tener en cuenta también que
las comidas ilocanas son más raras y distintas que las de otros lugares en
nuestro país y los ilocanos hacen muchas comidas sabrosas que son conocidas
desde sus cosechas.
La ciudad es el ejemplo mejor preservado de una ciudad colonial española en
Asia. Su arquitectura refleja una mezcla de elementos culturales de España,
Filipinas y China, dando como resultado una fusión única de diseño y
construcción imposible de ver en ningún otro lugar. En el año 1999 fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Es una ciudad de calles estrechas y empedradas, sus casas son blasonadas y
antiguas, tienen grandes ventanales y las puertas son muy grandes y de madera,
en la mayoría de las casas la entrada da acceso a un patio grande que es donde
se guarda el coche, o los carros. Uno de los edificios más importantes es la
catedral de San Pablo. Desde las primeras horas de la mañana los fieles
abarrotan el lugar para rezar. Muchas personas, la mayoría mujeres, encienden
velas a la Virgen María e intentan acariciar su rostro. Es una de las ciudades
donde se vive con más fervor el cristianismo.
Viajar a la de cuidad Vigan es muy fácil porque para llegar allí, hay autobuses que viajan a las distintas
partes cada dia desde Manila hasta la cuidad y los
autobuses salen cada hora de sus estaciones en Cubao y Pasay o pueden viajar en
avión.
¡Pues, vamos a viajar amigo!
El viaje de aventurarse a amar, a querer, a arriesgarse, es el viaje que más vale y el que menos vemos. Anónimo
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